viernes, 27 de mayo de 2016

Escuela de Familias: la agresividad en el deporte

Ayer jueves tuvimos en nuestro cole la sesión de nuestra Escuela de Familias sobre la agresividad en el deporte. En este caso contamos con una colaboración extra, la del árbitro Vicente Carrasco, a quien agradecemos su colaboración y aportación, y por supuesto nuestra estupenda profesional, Teresa Hernando (https://www.facebook.com/teresahernandopsicologa). Agradecemos también la participación de todos los que asististeis, tanto de nuestro cole como de fuera, y os animasteis a hacer algún tipo de aportación personal.

La sesión se desarrolló en un formato un poco diferente a lo habitual, pues por razones obvias fue el árbitro quien aportó la mayor parte de las experiencias. Experiencias que podéis imaginar porque seguramente habéis sufrido en alguno de los partidos de vuestros hij@s, o habréis escuchado si son aún demasiado pequeños. ¿Qué decir?? Suspenso absoluto como sociedad: como padres, educadores, entrenadores, federaciones de fútbol sin valor para atajarlo de raíz... y a todo el que queráis incluir que pueda fomentar, de alguna manera, la agresividad en el deporte (y perdonad la sinceridad, pero aquí muy tristemente entran también aquellos ídolos futbolísticos incapaces de comportarse como elegantes caballeros cuando ganan un partido y que necesitan regodearse sin tapujos en la derrota ajena. Grandísimo mensaje para sus seguidores infantiles). Resulta de todo punto incomprensible que en unos deportes escolares, desde los más pequeños en los que es aún peor (con 6-7 años) hasta los que ya son adolescentes, los propios padres, y aún más triste, los entrenadores, promulguen una competitividad feroz, violenta y malsana en contra de los otros equipos. ¿De verdad es normal gritarle a un niño que le rompa la pierna a un contrincante??? ¿O querer apalear a un árbitro porque crees que ha arbitrado mal un partido??? ¿O dejar en el banquillo siempre a aquellos jugadores que se consideran peores, y que desearían participar con su equipo, mientras se les humilla en el grupo? ¿U obligar a dos equipos en un partido  en el que el marcador va 15-0 en el minuto 18 a terminar dicho partido?? Sr@s., hablamos de juegos escolares, no de la Champions que los dos equipos madrileños se juegan mañana. Hablamos de niñ@s, que están aprendiendo su integración en la sociedad. Hablamos del deporte, que se supone tiene uno de sus mayores valores en el fomento del compañerismo, el desarrollo del trabajo en equipo, el fomentar la amistad entre distintos colegios y sobre todo, el disfrutar. Y desde luego, hay algo que se está haciendo cada vez peor, puesto que la impresión del árbitro es que, cada vez, los episodios violentos son más y peores.

Atajarlo requeriría un compromiso social global de reflexión de tod@s, que podemos pedir desde nuestra AMPA, aún sabiendo que son otros los intereses que promueven esa violencia, no la educación. Sí podemos pedir quizá que los entrenadores estén obligados a pasar un curso de gestión de la agresividad y fomento del compañerismo, para que todos se convenzan, y convenzan a sus chic@s, de que no importa ganar o perder. Para que vuelvan a valores anteriores a la agresividad actual y la necesidad de triunfo y de ser los primeros, a cualquier precio, que fomenta nuestra sociedad actual. La necesidad de triunfar. ¿Triunfa el que gana? ¿O triunfa el equipo que consigue, en todos y cada uno de los partidos, que jueguen l@s chic@s, que se rían, que se sientan integrad@s representando a su cole? ¿Es admirable la conducta del padre que grita todo tipo de improperios desde la grada? ¿O la de la madre que va a cada partido y se pasa todo el tiempo animando sanamente al equipo de sus hij@s, orgullosa sea cual sea el resultado y de que tod@s tengan su ratito de juego?? Pues aquí cada uno que conteste. Hubo un tiempo en el que esto se fomentaba mucho más, y los hay que tenemos el recuerdo de algún compañero de colegio, con unos problemas de motricidad muy serios, a los que toda la clases era capaz de animar para que consiguiera el "pequeño" hito de correr unos cuantos metros en la clase de gimnasia. Y  los corría sin escatimar esfuerzos, con una sonora celebración de victoria por parte de tod@s cuando llegaba a la meta que aún emociona en el recuerdo. Nunca será Usain Bolt, ni tiene que serlo, pero su valor estaba muy (pero muy) por encima del de cualquier triunfador, aunque nuestra sociedad no esté dispuesta nunca a reconocerlo. Y en ese triunfo real y humano también pesaba la colaboración de tod@s sus compañer@s de clase...

Y hasta aquí por hoy, cada un@ que reflexione. Desde nuestro cole y desde nuestra AMPA tratamos de promover esos valores de compañerismo, integración, colaboración... y desde luego, gestión de problemas con el mejor espíritu posible. Quizá no lo consigamos siempre, pero desde luego lo intentamos. Dicho esto, ¡que tod@s los interesad@s disfrutéis mañana sanamente del partido!

Y como estamos de Escuela de Familias, aprovechamos para dejaros de nuevo unas imágenes muy especiales de esta misma mañana de nuestro huerto escolar, de la descarada inquilina y de su familia.

#FelizViernes




No hay comentarios:

Publicar un comentario