Vamos a empezar el año en nuestro blog con uno de los temas de la política nacional que más nos importan y que, en nuestra opinión, necesitan una visión e inversión económica diferente al que se ha venido impulsando en los últimos años: la educación. Y vamos además a hacer un intento de ser objetivos, imparciales y analíticos, de manera que podamos llegar a una conclusión lógica, sea cual sea el punto de vista de nuestro posible lector.
Es indiscutible que, de manera general, en los últimos años de nuestra democracia la educación no está funcionando: tenemos una tasa de paro en los menores de 25 años que se mantiene en torno al 50%, no sólo una vergüenza, sino un drama nacional insostenible, que incluye además a los que denominamos "NiNi", jóvenes que ni estudian ni trabajan, y carecen por tanto de motivación alguna en sus vidas. Tenemos también el deshonroso mérito de ser el país europeo con mayor tasa de "NiNis". Sorprendentemente, seguimos sin ver un debate profundo que englobe todos los sectores implicados en la educación que permita un análisis detallado del problema y una propuesta real y consensuada de modificación de nuestro sistema educativo. En su lugar, cuando vemos año tras año los recortes en educación, el argumento más esgrimido por nuestros gestores es "no nos cuadran los números", sentenciando con esta frase lapidaria todo posible debate.
Vamos por tanto a caer en un tópico, fijándonos en el mejor sistema educativo del mundo: el de Finlandia. Y vamos al mismo tiempo a extraer únicamente dos datos objetivos, puesto que es fácil contestar que la realidad social, cultural, económica, demográfica, etc... de nuestro país y el de nuestro vecino nórdico son total y absolutamente diferentes. Nuestros dos datos objetivos son los siguientes:
- la reforma educativa finesa se llevó a cabo en los años 70 (http://www.oxydiane.net/IMG/pdf/Finland-Sahlberg.pdf). Ha tenido cambios posteriores, pero la esencia del sistema se forjó entonces y no han realizado reformas significativas hasta ahora, si bien están actualmente envueltos en un nuevo debate para su modificación. Tratemos de contar cuantas reformas educativas hemos sufrido desde la llegada de nuestra democracia, pero parece que son 7. Es posible que modificar las leyes educativas en función del color del gobierno correspondiente, cada pocos años, no sea del todo recomendable para nuestros futuros ciudadanos.
- la segunda cuestión es que la aprobación de dicho sistema educativo se realizó por CONSENSO. Para nuestros dirigentes políticos: según el diccionario de la RAE, consenso significa "Acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos". La última reforma educativa es un claro ejemplo de lo que no significa consenso. ¿Es posible que en este aspecto también nos estemos equivocando? Condicionar todo el sistema educativo de un país a la voluntad de unos pocos tampoco parece lo más recomendable.
Nos permitimos por tanto pedir al Gobierno que hemos elegido entre todos y que en algún momento se materializará, que escuche al conjunto de la comunidad educativa, que estudie los problemas actuales y que tenga la entereza y profesionalidad suficiente como para otorgar a nuestro sistema educativo toda la importancia que tiene. Nuestros datos demuestran que hay algo que no estamos haciendo bien.
Hasta aquí, creemos que un análisis objetivo. A partir de aquí, entramos en nuestra propia realidad, probablemente no compartida por todos. Somos un colegio público que ha sufrido la injusta e injustificada pérdida de una clase de 3 años en el presente curso con ese sempiterno argumento por parte de nuestra Consejería de Educación: "es que no nos cuadran los números", se sobreentiende que con los centros públicos, en ningún caso con los concertados-privados. Vamos a añadir un dato más: el sistema educativo finés es total y absolutamente público en más del 90%. Y público significa público, no concertado, ni sostenido con fondos públicos, ni regido por cualquier otro tipo de normas. Así que, en este aspecto, debemos dar la razón a nuestra Consejería, a nosotros tampoco nos cuadran los números. No nos cuadran los números de lo que destinamos a la educación pública y a la "pública", no nos cuadran los números del paro, no nos cuadran los deprimentes datos del informe PISA (¿cómo es posible que en nuestro colegio, teniendo buenos resultados académicos, se nos castigue con la eliminación de una clase??), no nos cuadran los números de la pérdida económica y social que supone despreciar la formación y experiencia de nuestro equipo docente y, sobre todo, no nos cuadra que un gestor, al que se presupone culto, formado, con experiencia y sobre todo preocupado hasta la médula por la educación de nuestr@s niñ@s, pueda cerrar todo debate o argumentación con una única frase: "no nos cuadran los números". Nos faltaría conocer con todo detalle de qué números hablan exactamente.
Pedimos por tanto justificadamente a la Consejería de Educación de nuestra Comunidad, que está haciendo hincapié en otra forma de gobernar, que nos escuche y devuelva nuestra clase. Desde luego, no somos nosotros los que tenemos la fuerza de imponer. Sin embargo, sí que creemos que en los años de Democracia que llevamos el país ha cambiado lo suficiente como para que sean los argumentos racionales y justificados los que deban primar y, en este aspecto, sí que podemos estar a la altura de Finlandia. ¿O no?
articulo genial, bien expuesto y argumentado. Enhorabuena al colegio Vicente Aleixander y una AMPA tan coherente y comprometida con la educación de sus hijos
ResponderEliminar¡Gracias! Nuestros niños, y nuestros cole, merecen todo nuestro esfuerzo.
EliminarEnhorabuena por el blog!!!
ResponderEliminarFelicitaros también por la maravillosa entrevista que habéis concedido hoy a la cadena Ser.
Mil gracias por defender así nuestro cole!!!!
¡El cole lo hacemos entre todos! Gracias a vosotros por hacer que nuestros niñ@s disfruten y aprendan. Vicenta la Bibliotecaria es una iniciativa genial.
Eliminar