El pasado lunes día 7 tuvimos la última sesión de nuestra Escuela de Familias, sobre "normas y límites". Agradecemos en primer lugar la participación de todos los asistentes esperando que os haya resultado útil. Para los que no habéis podido ir vamos a intentar hacer un pequeño resumen.
A todos nos resulta más o menos lógico entender que para vivir en sociedad debe haber unas normas básicas, unos límites, que nos permitan vivir libremente a la vez que también permiten vivir libremente al que tenemos a nuestro lado. Esto se extrapola fácilmente a cualquier contexto social aún cuando no siempre se cumpla, como puede ser una comunidad de vecinos, tu lugar de trabajo... o indudablemente también, tu propia familia. En todos estos contextos, y desde luego en el familiar también, surge la pregunta de cuales deben ser esas normas y límites y, sobre todo, como deben cumplirse para mantener una convivencia tranquila. En el caso de nuestr@s hij@s conlleva además la dificultad añadida de ayudarles a que se conviertan en personas educadas, tolerantes y respetuosas a la vez que felices.
Dentro de los modelos educativos que podemos aplicar en casa se definen cuatro actualmente:
- Sobreprotector: se da cuando los padres sobreprotegen constantemente a sus hij@s, concediéndoles todos los caprichos, resolviéndoles cualquier problema, tratando de apaciguar sus rabietas con cualquier cosa que pidan. En definitiva cuando son los hijos los que, tiranamente, imponen de forma absoluta su criterio en los hábitos diarios. Este, desafortunadamente, es el modelo que actualmente más daño está haciendo a nuestra sociedad, maleducando niñ@s sin motivación alguna (puesto que lo han tenido todo resuelto desde siempre), sin aprecio hacia sus padres y lo que les rodea y, sobre todo, profundamente infelices, puesto que en algún momento de su vida las cosas dejarán de ser exactamente como ellos quieren. Curiosamente, es un modelo que persigue justo lo contrario.
- Permisivo: se da poca presencia de los padres, delegando la educación en otros. No hay normas claras y sí una excesiva flexibilidad. Podríamos considerarlo un nivel inferior al modelo anterior, sin ningún tipo de afecto. Sería materializar la idea de: cedo a sus pretensiones no para evitar que sufra (como en el modelo anterior) sino simplemente para que no me moleste.
- Autoritario: sería el modelo educativo imperante hasta hace muy poco, el típico "ordeno y mando". Es decir, un aquí se hace lo que yo digo y punto. Predominan los castigos y las normas rígidas, no hay un verdadero diálogo y este se produce siempre en términos negativos, con frases del tipo a: "qué mal te portas", "qué mal lo has hecho"... y plantea el problema fundamental de que el niño no sabe cómo comportarse, puesto que no recibe una pauta de qué es lo correcto.
- Democrático: modelo en el que los padres conocen y se dedican a sus hijos, tratando de corregir lo verdaderamente importante. Se caracteriza por reforzar los comportamientos positivos del niño a través de un lenguaje afectuoso. En contra de lo que se pueda pensar, es el modelo que conlleva el mayor nivel de exigencia, puesto que se dialogan las normas, pero son de OBLIGADO cumplimiento. Y aquí lo más importante, en lo que ya hemos incidido anteriormente: una vez que la norma/límite se acuerda su tutor (sea padre/madre/abuelos...) no puede flexibilizarla unilateralmente. Es decir, no puede haber un mensaje contradictorio al niño, puesto que va a utilizar esa debilidad para su propio beneficio. Si uno de sus progenitores le dice que hay que recoger la habitación, el otro no puede darle el mensaje contrario por ganarse una supuesta simpatía del niño.
Hasta aquí, más o menos la teoría. ¿Y la realidad...? Bueno, esperamos poder coincidir en que el modelo correcto a día de hoy es el democrático, buscando la participación de nuestr@s hij@s en todas las cuestiones diarias para acordar unas normas y unos límites de los que ellos deben formar parte con sus propias responsabilidades. A pesar de ello, como no, hay excepciones y desde luego errores por nuestra parte. Pueden ser excepciones por ejemplo el que los p/madres pasen 12 horas fuera de casa diariamente, los niñ@s tengan que quedarse con sus abuelos, estos sean más permisivos y, cuando uno llega a casa, esté ya para poca democracia participativa... (aquí, como AMPA, reivindicamos la necesidad de otro modelo productivo. La sociedad no puede exigir de los padres que les dediquen tiempo a sus hijos si simultáneamente se imponen jornadas laborales innecesariamente largas). También sería una situación excepcional por ejemplo un divorcio en el que l@s niñ@s, lo queramos o no, van a sufrir.
Y hasta aquí por hoy. Desde luego es una versión parcial de lo que tratamos en nuestra Escuela, pero esperamos que os sirva de algo. Recordad que esta tarde, a las 16h, se repite la sesión en el Colegio Carlos III. Nuestra psicóloga Teresa Hernando (
http://teresapsicologia.azurewebsites.net ) lleva a cabo las sesiones de una forma totalmente profesional y participativa, escuchando nuestros problemas reales y tratando de darnos su opinión para ayudarnos a gestionarlos. Todo ello en un contexto relajado.
Feliz martes Aranjuez. Te esperamos en la próxima sesión, dentro de dos lunes. Recuerda que es gratuito, participativo y que tratamos temas muy serios de la educación de nuestr@s hij@s.